LA FAMILIA HUMANA.
LA FAMILIA
HUMANA.
La historia siempre nos relata a nuestros antepasados por
las investigaciones de la Paleoantropología estudiando científicamente los fósiles
encontrados en África y en distintas regiones de Europa. Hace casi tres
millones de años nuestros antecesores marcarían el desarrollo evolutivo de
nuestra especie. Los humanos actuales
somos el resultado de una serie
de encuentros de diferentes niveles que
se dieron entre distintos grupos que se desplazaron y se cruzaron.
El Homo Sapiens es un género de
homínidos, bípedo, capaz de caminar en
forma erguida posiblemente desde hace
tres millones de años; el Homo Sapiens actual es el
resultado de una migración de un grupo de humanos modernos que partió de África
hace unos 60.000 años. Evolucionamos a
partir de los simios, pero ello no significa que tengamos la misma mente que
los monos.
El hombre es una rama del árbol simio del antiguo continente que bajó el
punto de vista genealógico se le debe
colocar en el grupo catirrino, (Darwin).
Según el Profesor Zilhao de la Universidad de Barcelona, (España), “no
se sostienen hipotéticas divisiones entre razas, sino que no hay bases
científicas para argumentar que haya existido distintas especies
humanas. Todos los humanos actuales son Homo
sapiens y descienden de los mismos orígenes universales y complejos. Los rasgos genéticos siempre han
variado con la geografía. Los calificativos de asiático, negro, hispano,
blanco, obedecen a definiciones sociales que tienen mezclas genéticas y culturales. En
las primeras etapas de la prehistoria el humano era cazador, errante,
depredador, quedaban en la cueva las hembras cuidan las crías y se inició la
búsqueda de hierbas para alimento, por ello las mujeres tienen mayor
conocimiento sobre las facultades de las hierbas. El hombre
definitivamente se transforma en
agricultor y se hace sedentario; es cuando
pensamos que se forma el principio de familia; al formar familia el hombre adquiere
responsabilidades de padre, madre y cuidados de los niños. El humano cuando nace llora en primera instancia,
empieza a sonreír a las cuatro semanas y
a reír entre el tercero y cuarto mes; el
llanto sirve para llamar la atención y
la sonrisa para que permanezcamos a su lado, se necesitan dos años para aprender hablar y un año para
iniciar los primeros pasos bípedos y todos los movimientos así como las emociones se deben al gran cerebro que poseen los homínidos, lo que le permite pensar, hablar
para expresar sus pensamientos simbólicos.
El humano no puede subsistir como
neonato o niño sin el cuido de una persona que es la madre; cuidar a un niño es, sin duda, la
tarea más importante y exigente del
mundo. Los humanos podemos comportarnos de maneras diversas, han vivido
millones de años sin religiones, no
tenían noción del tiempo, naciones, sin
saber cumplir años, semanas, meses, ni anotaban cuándo le había llegado a
alguien la hora de la muerte, y emplea sus emociones para tomar rápidamente
decisiones de vida o muerte.
El humano nace libre, como Einstein y Hawking;
también una sirviente analfabeta tiene libre albedrío y sus sentimientos
cuentan tanto como los de cualquier persona. El humano es un ser social porque
su cerebro, denso, le permite tener amigos y la risa social en grupo,
contribuye a reforzar vínculos y nos hace sentir placer y serenidad; todo el
encéfalo es social.
A lo largo de la historia sabemos
que la mano es la herramienta más importante de la evolución humana. El
hombre es el único ser viviente que anda y se mantiene erguido sobre sus dos
piernas permanentemente y adquiere esta postura propia de su especie mucho
tiempo después del nacimiento. Ningún otro animal adopta esa postura
permanentemente. La mano del humano moderno sustituye las garras por las uñas
planas y por un mecanismo singular como
es el denominado oposición, cuando el pulgar toca con su extremo distal a los
demás dedos El hombre es capaz de asir toda clase de cosas—señaló Galeno - como
si sus manos hubieran sido hechas no de forma
exclusiva para cada una de ellas. La mano se puede configurar como un gancho:
para levantar un balde, como unas tijeras, para sostener un cigarrillo, como una cuña de dos pinzas: para enfilar el
hilo por el ojo de una aguja o una cuña de dos pinzas de movimiento lateral:
para dar la vuelta a una llave, unas tenazas para sostener un martillo; unas
tenazas circulares para abrir un frasco, unas tenazas que adaptan una forma
esférica para sostener una pelota. Los homínidos dotados de manos libres,
flexibles y libertad de movimientos, desarrollaron un tipo de señalización
deliberada de especial utilidad: los gestos que operan como un lenguaje de
reserva cuando no hay otro disponible.
Todo ello se produce gracias a su columna vertebral, la acusada flexión
entre sacro y parte lumbar es exclusiva del hombre y está condicionada por la
forma de la forma de la cuña de las vértebras lumbares y por el disco
intervertebral situado entre VL y IS. La pelvis es de forma peculiar, placa ósea ancha y desplazada hacia atrás. La
musculatura glútea es típicamente humana y es la base motora del bipedismo,
impide que el tronco se incline hacia adelante.
La caja torácica tiene forma de única
que determina el bipedismo, es como un cono que se estrecha hacia arriba,
ovalada en sentido transversal, esta forma es esencial para asegurar la movilidad de los miembros superiores. El
brazo cuelga del tronco a nivel de la cintura escapular y tiene una enrome
movilidad. Los brazos son como grandes
grúas giratorias y transportables acabadas en instrumentos de precisión que
proyectan sensores cada una de sus
partes mecánicas.
Los miembros inferiores son singulares, el hueso ilíaco es más
lateral que en los cuadrúpedo, y es
particularmente acusado en la mujer. La torsión del fémur hacia adelante y de
la tibia hacia afuera, peculiarmente humana permiten adelantar una pierna
doblada sin trabajo adicional. El
músculo cuádriceps levanta todo el cuerpo al erguirnos, los músculos de la
pantorrilla, exclusivos del hombre permiten la flexión de la planta del pié; el
hombre es plantígrado. La posición de
bipedestación es el resultado de la evolución filogenética del hombre y
conlleva una problemática de estabilidad que se manifiesta en los movimientos
incesantes del centro de gravedad de su cuerpo.
Cráneo y cerebro. El receptáculo de los
órganos sensoriales más importante del sistema nervioso, del aparato masticador y del fondo, es
específicamente humano. En los monos es el aparato masticador, con su
desarrollo el que le da forma a la cara. El rostro humano está condicionado por
la base craneana y por el escaso desarrollo del aparato masticador. La
dentadura humana parece muy primitiva, falta un vacío entre caninos y
premolares. Los hombres carecen de caninos agrandados, los incisivos tienen una
posición vertical; la arcada dental es parabólica o redondeada. El ser
humano fue el último en llegar, pero ha sido el primero en desarrollar el
cerebro para conquistar las fuerzas de la naturaleza.
El hombre está constituido sobre el
mismo modelo o tipo general que los otros mamíferos. Los huesos de su esqueleto
pueden compararse a sus correspondientes en el mono, igual que sus músculos, nervios, vasos sanguíneos y
vísceras internas, el cerebro se somete a la misma ley.
El hombre se halla mucho más cerca de
los monos antropomorfos a causa de los caracteres anatómicos de su cerebro. Es
susceptible de recibir y al propio tiempo de transmitir a animales inferiores ciertas enfermedades
como la rabia, viruela, muermo, sífilis. Cólera. El mono sufre enfermedades no
contagiosas que el hombre sufre, Ej. Catarro, tisis, apoplejía, inflamación del
vientre, cataratas y fiebre en los pequeños. Las medicinas causan en ellos los
mismos efectos que en nosotros. Los monos tienen gustos por el té, bebidas
espirituosas y fuman. Sus heridas
cicatrizan mediante el mismo proceso y la reproducción idéntica como todos los
mamíferos compitiendo con los galanteos. Los monos nacen desamparados e
indefensos como nuestros hijos. Cuando los chimpancés son inteligentes, su
comportamiento y sus percepciones siguen
siendo determinados plena y directamente por impulsos instintivos y sus
necesidades. El hombre se distingue de
la mujer en la estatura, la fuerza corporal, las vellosidades e inteligencia.
El desarrollo embrionario en íntima
semejanza entre el embrión humano y el de los demás mamíferos. Huxley explicó
que los primeros estadios del desarrollo humano son en todo los mismos que en
los animales que se encuentran inmediatamente después en escala más baja. en la época de la vida en que más deben estar
en ejercicio.
Sapientización.
Es
muy fácil para los seres humanos asfixiarse ya que cuando el alimento se aloja
en la faringe, bloquea la entrada de la laringe, algo imposible para los no
humanos. Excepto el Homo Sapiens ningún animal posee un conducto supra laríngeo que
haga desembocar la laringe directamente en la cavidad oral.
El
habla es
el resultado de la acción de filtrado que el conducto vocal supra laríngeo
ejerce sobre las fuentes acústicas que lo excitan. Los conductos vocales del
chimpancé y del recién nacido parecen intrínsecamente incapaces de producir vocales como la a, i ,u,
también se vuelven inarticulables las
consonantes la g. y la k.
Evolución
del lenguaje.
1.- Existe una codificación y
descodificación del habla.
2.- La anatomía del conducto vocal.
3.- La capacidad cognitiva y la
automatización.
La
serie evolutiva para el desarrollo del habla:
1.- Sistemas de gestos, expresiones
faciales y señales orales semejantes a
los simios actuales.
2.- La formación de un aparato fonador.
3.- Retención de mecanismos innatos de
tipo neural que permite su desarrollo y un aprendizaje casi fisiológico.
La aparición del lenguaje es el elemento
decisivo de la Sapientización. El
lenguaje nos permite manejar ideas con
una creatividad única. El desarrollo del lenguaje cambió el paisaje del cerebro
radicalmente, anexionó grandes áreas del
cerebro antes para el movimiento y la sensación. La comunicación para todas las
especies supone una cuestión de supervivencia. La interpretación facial, el
movimiento del cuerpo o el más leve cambio fisiológico visible. El lenguaje del
cuerpo dice mucho de las personas, tanto o más que las palabras. Según cuáles
sean nuestros gestos, podemos mostrar evidencias de que nos sentimos inseguros,
incómodos, molestos, desconfiados, decididos, fuertes o complacientes. El lenguaje correcto oral nació hace millón y
medio de años, le dio al ser humano la herramienta que necesitaban para
elevarse a un nivel superior de conciencia.
Darwin
presentó
los puntos importantes del parecido entre el hombre y los cuadrumanos.
1.- Posición relativa de las facciones
del rostro, es la misma en el hombre y los monos.
2.- Emociones, que es objeto el
individuo; se traducen por medio de movimientos casi idénticos de los músculos
y de la piel, sobre todo por encima de las cejas y alrededor de la boca.
3.- Expresión de algunos sentimientos es
casi la misma, Ej. Lágrimas, risas.
4.- Nariz, el hombre presenta nariz
mucho más prominente que la mayoría de los monos. Curvatura aguileña de la nariz del Gibón Hoolack, en el semnopthecus
nasica es exagerada.
5.- Los monos en sus caras presentan barbas,
patillas y mostachos.
6.- Crecimiento de los pelos en la
cabeza.
7.- Frente del hombre: su aspecto noble
e inteligente. Monos cuyos pelos terminan bruscamente en la parte superior de
la cabeza.
Órganos
rudimentarios.
1.-
Mama
en machos humanos.
2.- Músculo Platisma Myodes.
3.- Músculos del epicráneo.
4.- Músculos que sirven para mover la oreja externa. No pueden mover las orejas,
pero pueden mover la cabeza con libertad, en sentido horizontal.
5.- Sentido del olfato.
6.- Desnudez del hombre.
7.- Muelas del juicio tienden a hacerse
rudimentarias.
8.- Apéndice vermiforme, en el Koala es
tres veces más largo que todo el cuerpo.
9.- El hueso coxis representa fielmente
la cola de los vertebrados.
10.- La médula espinal no se extiende
más de la última vértebra dorsal o primera lumbar.
11.- Próstata considerada como homóloga
del útero femenino.
Los últimos estudios sobre Neandertales
y otros humanos extintos muestran que se parecían mucho más a nuestros
ancestros de lo que pensamos y que nuestra especie es hoy menos diversa. Los
neandertal se comunicaban, conocían el arte, cuidaban a sus enfermos. Hasta qué
punto somos diferentes de nuestros extintos primos evolutivos. Se estima que el
2% de nuestro ADN es de origen Neandertal. Al
igual que el Homo sapiens, los
Neandertales eran capaces de pensar de forma simbólica: enterraban a sus
muertos, decoraban las paredes de sus cuevas que habitaban y se pintaban el
cuerpo.
Nunca hubo un choque entre especies
humanas. Los últimos estudios demuestran que nuestros parientes evolutivos
extintos se cruzaban entre sí y con nuestros ancestros y que muchas poblaciones actuales conservan su impronta
genética. Por ello, cada vez más los expertos que piensan que en todo este
tiempo solo ha habido una humanidad. Esta, eso sí, era más diversa en el
pasado.
Julián
Viso Rodríguez.
Médico
/ Cirujano.
Profesor
de Anatomía humana.
Villagarcia
de Arosa.
11
de marzo 2019.
E/mail:
julivisorodriuguez@gmail.com
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