Enfermedades y Médicos de El Libertador.


ENFERMEDADES  Y  MÉDICOS  DE  SIMÓN BOLÍVAR.

La muerte de  Simón Bolívar hace referencia  a los hechos que con  su último  final  dieron inicios  al último viaje del  Libertador Simón Bolívar, por el Río Magdaleno y   concluyeran con su muerte y funerales  el 17 de diciembre de 1830  en Santa Marta. Colombia.

ANTECEDENTES.
Debido al Provecto de la estricta política de la Gran Colombia, Simón Bolívar emprende una serie de medidas contundentes  para salvaguardar la integridad de éste. Declarándose él  mismo como dictador el 27 de agosto de 1828, consigue las herramientas políticas  para modificar la Constitución de la Confederación con  las diferentes revueltas  generadas por la debilidad de la  República de Colombia. Tales eventos reforzarán entre los oponentes  al Libertador  la convicción a toda costa.
Teniendo incluso en numerosas oportunidades intentos de poner fin a su vida como la conspiración del  teatro en Lima Perú el 22 de julio de 1826 o a lo ocurrido el 25 de septiembre como lo fue en la llamada noche nefanda, noche septembrina en donde un grupo de hombres armados irrumpieron en el Palacio Presidencial de San  Carlos en Santa  Fe de Bogotá.
 Año 1783, la  ciudad Santiago de León de  Caracas, Capital de la Provincia  de Venezuela. La tarde del 24 de julio, la casa de los señores Coronel Juan de Vicente de Bolívar y Ponte  y su esposa Doña María de la Concepción Palacios y Blanco recibe  a  numerosos  visitantes y selecto grupo para celebrar  el nacimiento del cuarto hijo de la pareja.
En la cuna entre espumas de encaje se acerca, duerme el infancebo, el sacerdote Don José Félix de Xerez y Aristeguieta: Qué nombre le ponemos; Juan Vicente, Simón, responde el padre de la criatura. Como Ud.,  sabe Sr. Presbítero, es nombre tradicional  en nuestra familia, el niño Simón tiene dos madres: su madre por naturaleza y una bella y joven muy amiga de Doña Concepción .Esta bella dama española, lo está criando  a sus pechos. Ella sabemos Luisa Mancebo de Miyares.
Esta nodriza ocasional, espera que Hipólita, una negra  esclava de la familia que  pronto dé a luz y  amamanta en definitiva al infante Simón.
Que causa  impide a su madre verdadera, madre, criarlos a sus pechos, ya madre de 3   hijos y prestancias .Temerá  perder la joven señora amamantando al último las gracias  y prestancias que tienen rendido al enamorado esposo, para
¿Cuándo?
El tema ha sido tratado y analizado hasta la saciedad y es difícil aportar algo nuevo a lo ya sabido.  En junio de 1963 y auspiciado por la Sociedad Venezolana de Historia  de  la Medicina se realizó  lo que  se llamaría, el mayor esfuerzo por dejar aclarado la   cuestión de la enfermedad y muerte del Libertador.

Intervinieron historiadores, Médicos especialistas, sacerdotes  y personas en diversos campos, algunas ponencias tuvieron  la del Doctor José Ignacio Baldó para entonces  la   primera autoridad sobre tuberculosis en Venezuela, la del Dr. Marcel Granier  sobre la farmacología en el tratamiento, la del Dr. Oscar Beaujon sobre los antecedentes, la del Dr. Conde Jahn sobre la personalidad de Reverend, la de Bruni Celli, sobre la autopsia. Las conclusiones fueron determinantes: el Libertador murió de una tuberculosis pulmonar de reinfección del adulto de tipo fibro –ulceroso,  cavernoso con diseminación broncógena pero en los últimos años se ha designado una Comisión presidencial, ha surgido la tesis de  la muerte   con instituciones académicas de llegar lo más pronto posible.
 En la comisión no están representadas  las instituciones  académicas en este  tipo de estudios,   las Sociedades,  es sabido  que la salud de Bolívar se deteriora violentamente con el esfuerzo de su gran proyecto político: por  la Gran Colombia., que tuvo una vida  efímera ,inestable  e insegura  porque no tenía un sustento geopolítico natural.

A la descripción que dieron inicio con el final del último viaje del Libertador por el Río Magdaleno y que con su muerte y funeral. El fracaso de su sueño político por el desmembramiento de la Gran Colombia, afectó a su salud y evidentes signos de una depresión espiritual.
El 1° de mayo de 1830  lo acongojaba a tal punto que renuncia a la Presidencia   y entrega el mando de la Gran Colombia al General Domingo Caicedo. El Congreso Constituyente de la Gran Colombia llamado “Admirable”.

Empeora su salud, va a Turbaco,  población de un clima más benigno, pasa los meses de octubre y noviembre. Sus edecanes deciden llevarlo a Cartagena  y de aquí a Santa Marta, donde se ha adelantado Mariano Montilla.

En el bergantín “Manuel”, llega a Santa Marta el 1° de diciembre a las 7:30 de la noche con el médico que ha llamado para  atenderlo. Lo recibe Reverend en el propio muelle  y  comenta “el cuerpo muy  flaco, el semblante adolorido y una inquietud de ánimo constante”.
El día 6 fue trasladado a la “Quinta San Pedro Alejandrino” del Coronel Joaquín de Mier.  La Quinta San Pedro Alejandrino es una hacienda fundada por el Canónico Don Francisco de Godoy y Cortesía el 2 de febrero de 1808. Fue el lugar en donde el Libertador falleció  17 de diciembre de 1830. La Quinta se encuentra ubicada en el barrio Mamatoco, en la ciudad de Santa Marta, del Departamento  del Magdalena, Colombia. Es considerada un santuario de la patria. En ella se ubica además una hacienda del siglo XVII dedicada a la producción de ron, miel y panela.

Diciembre 8: la calentura le dio con más frecuencia y con más tensión.
Diciembre 9: por la tarde se cargaron los males, pero solamente de noche le notó el delirio  a pesar de tener algún trabajo en expresarse, gozaba enteramente de su juicio.
Diciembre: 10, Dos a tres horas de sueño en las primeras horas de la noche y con alguna inquietud. El resto de ella  desvelado, conversando solo y por consiguiente desvelada. 17 de diciembre: 7 de la mañana: todos los síntomas están llegando  al último grado de intensidad: el pulso está en mayor decaimiento,  la facies está más hipocrática  que antes, en  fin la muerte está cerca.
Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte Palacios y Blanco.
Protocolo de Autopsia:
Reverend comenzó a practicarla el 17 de diciembre de 1830 a las 4 pm, presenciada  por los generales Montilla, José Laurencio Silva y la practicó en una de las habitaciones  de la Quinta San Pedro; la inspección general  exterior la refiere Reverend  así:
Habitud del cuerpo; cadáver a los tercios de marasmo descoloramiento universal, tumefacción   de la región del sacro, consistencia natural.

El cadáver presentaba un marcado grado de caquexia con anemia, la tumefacción de la región sacra la debemos interpretar como pre escaras de decúbito y son un indicio de su larga postración en cama.
Los vasos aracnoides  en su mitad posterior ligeramente inyectados, las desigualdades  y circunvoluciones  del cerebro recubiertas por una materia pardusca de consistencia  y transparencia gelatinosa, un poco de serosidad semi roja  bajo la duramadre y cerebelo no ofrecieron en su sustancia ningún signo patológico.

El resto del parénquima pulmonar mostró solamente un edema que es a lo cual se refiere Reverend cuando dice: “derramó un moco pardusco que por la presión se hizo espumoso”. Relativo al corazón para permitirnos una  conclusión con respecto a ese “líquido” ligeramente verdoso, contenido en el pericardio.
Opinión del Dr. Alberto  Angulo, Anatomo  Patólogo de la División de Tuberculosis del Ministerio de Sanidad la descripción de los pulmones, corresponde a la de una Tuberculosis fibro ulcerosa con diseminación bronconeumonía.
El Libertador presentaba una laringitis tuberculosa. La enfermedad  principal que causó la muerte al Libertador fue una Tuberculosis pulmonar.

Otras dolencias:
Don Tomás Cipriano de Mosquera, en sus memorias sobre la vida del  General Simón Bolívar, menciona que en enero de 1822 se encontraba el Libertador en la ciudad de Cali, fue atacado de una fiebre terciana y pidió al Dr.Joly, un remedio  activo para curarlo,  le prescribió una bebida arsenical que le cortó inmediatamente la fiebre, pero desde entonces comenzó a sufrir  el Libertador en los órganos   de la  digestión. Después de la Batalla de Bomboná  tuvo un ataque de disentería y desde entonces su salud ya no fue completa.
En 1829 padeció una dolencia  acompañada de un severo cuadro de disentería. Cuando Mosquera habla de terciana, podría pensarse en el paludismo, pero el tratamiento con arsenicales y la respuesta favorable, quizá sea más plausible pensar en una infestación amebiana manifestada por disentería.
Bolívar no fue dado a consultar médicos, se mantenía a distancia de nuestros colegas. Perú de La Croix relata que en el año 1828, en Bucaramanga, el Dr. Charles Moore le formuló un vomitivo en tártaros eméticos para tratarle un trastorno digestivo, prescripción que negó a seguir. El Dr.Gastelbondo le había prescrito un elixir pectoral, así como algunas bebidas diaforéticas que unida a la virtud alentadora de la presencia del médico.

Los médicos casi todos pertenecían a la Legión Británica. En la campaña de Carabobo el Dr. Ricardo Murphy, en Apure, el Dr. Adolfo Burton, en el paso de los Andes el Dr. Tomás Foley.

Richard Chayne, cirujano escocés, atendió al Libertador de la afección pulmonar que recrudeció como consecuencia del atentado la noche de septiembre de 1828.

En 1835 hubo un movimiento de opinión en Caracas, solicitando el traslado de los restos a Caracas. No fue sino hasta en 1842, durante la segunda presidencia del General Páez cuando se pone en marcha el proyecto. El Congreso Nacional  decreta el 12 de abril de 1842 dicho traslado y el Ejecutivo con fecha de 22 de mayo nombra una comisión presidida por José M. Vargas y como miembro de ella al  Sr.Mariano Uztáriz y el General José  María Carreño con el encargo de proceder al traslado de los restos de Bolívar  a Caracas.

El propio Dr. Vargas en su doble condición de Presidente de la Comisión y Profesor de Anatomía de la Universidad, siendo la mayor autoridad científica en la materia, se encargó de hacer los preparativos  para la mejor conservación de los restos .Traslado definitivo al Panteón Nacional el día 28  de de octubre de 1876. Cuando era un niño Bolívar fue tocado por la tuberculosis (fue el mal que devoró tanto a su padre como a su madre). En 1850  la tuberculosis pulmonar y sus complicaciones  eran causas de una cuarta parte de de todas muertes tanto  en Inglaterra  como en los  EEUU. Ya a fines del siglo XIX está documentado que la tuberculosis mató a uno de cada de 7 habitantes de Europa y América.

Hugo Chávez el 17 de diciembre  expresó que el Libertador no había muerto  de Tuberculosis Pulmonar sino que había sido envenenado. Chávez estaba citando los planteamientos de un  libro titulado “El parricidio de Santa Marta”, escrito por un tal  Salazar  Martínez, quien plantea que el victimario era Fernando Bolívar sobrino del Libertador, en complicidad con Mariano Montilla.
Chávez dista mucho de ser el primero en retomar el asunto del casual deceso del Libertador. Bolívar murió de Tuberculosis  bilateral fibro—ulcero-cavernoso con diseminación bronco neumónico. La descripción  no es compatible con otra afección conocida  o con otra inflamación  específica, (como una micosis) o inespecífica  (como un absceso pulmonar) ni con una lesión degenerativa o neoplásica . A nadie se le ha ocurrido, dice Bruni Celli, que Bolívar fue envenenado. Nunca sea hablado de envenenamiento, ni nada en el protocolo de autopsia  redactado  por Reverend que haga pensar  en esa  posibilidad, a esta certeza se une el Coronel (Ej) Arturo Castillo Machez, Presidente de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, quien descarta la tesis del envenenamiento porque toda comida  que consumía El Libertador  era probada  antes por su mayordomo José Palacios, quien  estuvo  con él hasta sus últimos momentos en San Pedro Alejandrino.
Hay quienes aseguran que Bolívar murió de amibiasis,  y no faltan los que apoyan la hipótesis de una intoxicación (cantáridas). El médico Guatemalteco Horacio Figueroa Marroquín, escribió: “no fue malaria, no fue la infección estafilocócica”. Podemos decir que Bolívar murió  de una amibiasis que le atacó al hígado, era una enfermedad que no se conocía, estas enfermedades no se descubrieron hasta 1875, 45 años después de la muerte de  Simón Bolívar.

Alejandro Prospero Reverend.
Nace en Normandía, Francia, el 14 de noviembre de 1796. Muere en  Santa Marta el 1 de diciembre de 1881. Cirujano Mayor del Ejército Republicano y médico de cabecera  de Simón Bolívar. Estudió Bachillerato en el Liceo francés de Caen en Amiens, Francia,  se  aventuró en el ejército  como Húsar napoleónico,(soldado de caballería), trasladándose en 1820  a París; el 24 de julio de 1824 llega a Santa Marta , fue designado por el ayuntamiento, médico de la ciudad y se incorpora en 1825 al presentar exámenes en la Universidad  de Cartagena ante un jurado compuesto por los Dres. Dionisio Acosta Juan Manuel Vega   e Ignacio Carreño.
Cuando asistió al Congreso de Medicina  en París, 1894, en el momento de presentación de títulos , el dice  :”no tengo más títulos que el de haber sido el último médico de Simón Bolívar, el Genio de  América ,el más grande y el más   convencido  sacerdote de la  democracia que hayan  conocido   los siglos”.

El propio Dr. Vargas en su doble condición de Presidente de la comisión y Profesor de Anatomía  de la Universidad,   la mayor autoridad  científica en la materia,  se encargó de hacer los preparativos para la mejor conservación de los restos.
Traslado definitivo al Panteón Nacional el día 28 de octubre de 1876.

   MILAGROS    SOCORRO.
Cuando era un niño, Bolívar fue tocado por la Tuberculosis, (fue el mal que devoró tanto a su padre como a su madre). En 1850, la Tuberculosis pulmonar y sus complicaciones eran causa de una cuarta parte de todas las muertes en Inglaterra y en los Estados Unidos.
Ya a fines del siglo XIX, está documentado que la Tuberculosis  mató a  uno de cada 7 habitantes de Europa y América. Hugo Chávez  el 17 de diciembre dijo en el Panteón Nacional, que  el Libertador no había muerto de Tuberculosis Pulmonar sino que había sido envenenado. Chávez estaba citando los planteamientos de un libro  titulado “El parricidio de Santa Marta”, escrito por un tal Luís Zalazar Martínez, quien plantea que el victimario había sido Fernando Bolívar, sobrino del Libertador, en complicidad con Mariano Montilla.

Testamento.
Es mi voluntad que, después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal. Designa  como albacea testamentario  al Dr. José María Vargas junto con los Generales José Laurencio Silva, Pedro Briceño Méndez y Don Juan de Francisco Martín. Silva es el encargado de comunicar al Dr. Vargas su nombramiento de Albacea.
En Caracas la urna fue depositada en el panteón de la familia, en la Iglesia Catedral de Caracas, en un aposento de la capilla de San Nicolás que el M.R. Señor Arzobispo. Su traslado definitivo al Panteón Nacional  es el 28 de octubre de 1876.

Milagros   Socorro.
Chávez dista  mucho de ser el primero en retomar el asunto el asunto del casual deceso del Libertador. Bolívar murió de Tuberculosis pulmonar bilateral fibro-ulcero-cavernosa con diseminación bronco neumónica. La descripción no es compatible con otra afección conocida,  específica (como una micosis) o inespecífica, (como un absceso pulmonar) ni con  una la lesión degenerativa o neoplásica.

A nadie se le ha ocurrido, dice Bruni Celli que Bolívar fue envenenado. Nunca se ha hablado de envenenamiento ni se encontrado  nada en  el protocolo de autopsia redactado por Reverend  que haga pensar en esa posibilidad; a esta certeza se une el Coronel (Ej.)Arturo Castillo Machez, Presidente de la  Sociedad Bolivariana de Venezuela, quien descarta la tesis de envenenamiento porque toda comida que consumía, era probada  antes por su mayordomo José Palacios quien estuvo con él hasta sus últimos momentos en  San Pedro Alejandrino.

Hay quienes aseguran que Bolívar murió de amibiasis y no faltan los  que apoyan la hipótesis de  una de una intoxicación cantárida.
El médico Guatemalteco Horacio Figueroa Marroquín, escribió “no fue la malaria, no fue la infección de estafilococos. Podemos decir que Bolívar murió de amibiasis que le atacó el hígado, era una enfermedad que no se conocía, esta patología no se descubrió hasta 1875, 45 años después de la muerte de Simón Bolívar.


Libro “La Carta”.
Por el historiador bolivariano, boliviarianólogo. Jorge Mier Hoffman. Estafa histórica, la muerte del Libertador.

Poco antes de ser asesinado, el Libertador exigió a sus verdugos el beneficio de una última voluntad, escribir una carta  como postrera voluntad, carta de despedida a Fanny Duvillar, la amante de sus años mozos en París, pero bajo la forma de una carta de amor, el documento contiene cifrada la identificación de sus asesinos, de la conspiración en su contra, de cómo había sido traicionado y secuestrado  y lo más asombroso dónde está enterrado.
Bolívar no murió por causas naturales, ni por envenenamientos, ni por mala praxis. Todo lo escrito hasta la fecha sobre la muerte del Libertador no es más que una falacia.
Fue traicionado por aquellos que se decían leales a su autoridad y que lo acompañaron hasta sus últimos días en Santa Marta. 

La historia de Bolívar y por ende de América fue secuestrada y adulterada por una pandilla de traidores de Venezuela, Estados Unidos, España e Inglaterra. Bolívar no murió de Tuberculosis Pulmonar, no murió en la quinta San Pedro Alejandrino, no murió el 17 de diciembre de 1830,  Los restos de bolívar no están en el Panteón Nacional.  ¿Cómo murió Bolívar? Quién mató a Bolívar  y dónde está Bolívar?.  Son preguntas que podrán responderse   en ese libro,  quien lea ese texto “La Carta”; que devela  una mentira  que ha sido dicho una y mil veces por 186 años en cuanto ciudad Bolívar murió en la agonía de una enfermedad en medio de familiares y amigos, tal cual lo contaron los asesinos y cuyas versiones constituyen la versión oficial de su muerte.
Bolívar fue asesinado, no se trata de una especulación tramitada por las pasiones más allegadas al Libertador que se decían leales.

El asesinato, un secreto de la familia que fue develado por un descendiente de uno de los homicidas. Pero más sorprendente aún que dejó escrito el propio Libertador antes de ser asesinado, que al ser develados como los signos masónicos insertados dentro de la carta que escribió antes de morir, nos revela  una verdad que impacta por su genialidad, por su significado y por su trascendencia histórica, puesto que contiene todas las respuestas a las cuatro interrogantes  que desde siempre han intrigado  los investigadores a 185 años de la muerte del Libertador.

|La muerte del libertador de Colombia.
Carlos Alarico Gómez.
Tenía 47 años de edad. En 1842 los despojos mortales del Libertador recibieron cristiana sepultura en el Altar Mayor de la suntuosa Catedral Basílica de Santa Marta.
Carlos Alarico Gómez analiza el problema surgido sobre la causa de la muerte de Simón Bolívar incluyendo el posible asesinato, para lo cual se valió de una larga y evidencia documental que le permitió demostrar los hechos desde una perspectiva estrictamente historiográfica.
 Lo que ha creado una atmósfera de suspicacia en torno a su posible asesinato. Escritores de gran credibilidad han analizado los hechos sin ninguna base documental o crítica, movidos en muchos casos por su obsesiva  admiración hacia la figura del Padre de la patria lo que los ubica en la categoría de autores de buena fe.
En el Puerto de Santa Marta, se encontraba la Goleta de guerra “Grampus”, de bandera norteamericana en la cual estaba el médico M.Night y Reverend consultó con él  caso de su paciente.
Días después ancló en el Puerto de Santa Marta el navío británico “Blanche” que portaba al Dr. Miguel Claire, enviado por el Gobernador de Jamaica, para atender al Libertador, pero llegó demasiado tarde.
Bolívar se confesó con el Obispo de Santa Marta, Monseñor José María Estévez y recibió la extrema unción de manos del Padre Hermenegildo Barranco, párroco de la población de Mamotoco la más cercana a San Pedro.

Posibilidad de un crimen: las personas que acompañaron a Bolívar durante su enfermedad fueron todas,  de su más absoluta  confianza cercanía y probada lealtad. Varios de ellos tenían lazos sanguíneos o colaterales con el Libertador, Ej: Fernando Bolívar,   hijo de Juan Vicente. General José Laurencio Silva, casado de su con Felicia Bolívar, hija de Juan Vicente, hermana de Fernando. General José Briceño Méndez, casado con Benigna Palacios  Bolívar, hija de su hermana Juana. La cocinera  era  Fernanda  que le preparaba la comida, enviada por Manuela Sáenz.  José Palacios, su mayordomo.

El día 12 de diciembre, llegó a San Pedro, el Coronel francés Luis Perú de la Croix, con una carta de Manuelita  Sáenz para El Libertador pero no se le pudo entregar dada la situación  en que se encontraba Bolívar. Un mensaje que recibió Mariano Montilla, en la que se denunciaba que en la casa del Obispo Estévez se encontraba el Dr. Ezequiel Rojas, uno de los hombres que participó en el intento de magnicidio contra Bolívar el 25 de septiembre en Bogotá en 1828.
Lo supo Montilla, se presentó en la casa del prelado, procedió a detener a Rojas y lo envió preso a Bogotá bajo la custodia de Perú de Lacroix.

Comentarios

Entradas populares de este blog

José María Vélaz..

Club Médico Caracas.