Cronobiología.
LOS CUATRO
CRONOTIPOS. CRONOBIOLOGÍA.
El psicólogo estadounidense, especializado
en la Medicina del sueño, Michael Breus,
propone estos cuatro cronotipos: LEONES – OSOS – LOBOS --DELFINES.
El ADN
concretamente, las variedades del GEN –
3, dio lugar a perfiles humanos con
distintas tendencias horarias que se complementaban.
Explica Breus: Los individuos Lobo, garantizan la seguridad del grupo por la
noche. A primeras entraban en acción los Leones. Los Delfines con sueño ligero, se despiertan con el mínimo ruido y avisaban a los otros. Los
Osos, son mayoría, las normas sociales se ajustaron a ellos. Breus organizar el
tiempo de formar que todos los Cronotipos puedan sacar el máximo partido a su
vida y gozar de
Buena salud.
LEÓN.
Son madrugadores y suelen estar espabilados.
Abren los ojos antes que llegue a sonar
del despertador. No es extraño que a última hora de la tarde ya se le caigan
las pestañas. Su capacidad de pensar con claridad alcanza un pico a mediodía.
No se echan la siesta porque prefieren hacer alfo útil. Varios estudios
asocian su carácter matutino con una predisposición a asumir
roles de liderazgo, aunque sin correr riesgos innecesarios. Cuando van a
fiestas, con la excusa de que tienen que levantarse temprano para asistir a una
reu para reunión o entrenarse para correr
la maratón.
OSO.
Pueden considerarse privilegiados, porque los ritmos fisiológicos
de los osos coinciden con los ciclos naturales del día y la noche y con los
convencionalismos sociales respecto a las actividades que son adecuadas para
cada momento. Sin embargo, eso no significa que no deban hacer ciertos ajustes para
optimizar sus metrónomos vitales. Tienen un sueño muy profundo; si se les
dejan, le gusta dormir ocho horas. Normalmente
no se ponen de pie hasta que no han
tenido que apagar el despertador un par
de veces. Su mente está bien alerta a media mañana o a primera hora de la
tarde. Trabajan y rinden mejor al final
de la jornada matinal. En el ámbito profesional les gusta jugar en equipo. Son
cautos, extrovertidos, dicharacheros, abiertos de mente, evitan los conflictos
y priorizan la felicidad. Sociales por naturaleza, la mayoría de los plantígrados
humanos detestan estar solos mucho
tiempo.
LOBO.
A los trasnochadores Lobos, la oscuridad
los espabila y vuelve hiperactivos. Reviven cuando el Sol se pone,
pero al amanecer se les pegan las sábanas. Pedirles que se levanten antes de las nueve h, es un castigo y
aunque madruguen no espabilan del todo antes de media mañana, ni les entra
sueño hasta media noche. Si duermen la siesta, luego no pegan en
Corea del Sur, quienes se enmarcan en este Cronotipo suelen ser impulsivos,
creativos y espontáneos, les gustan las
novedades y asumen riesgos sin que les tiemble el pulso. No y que les asusta la soledad, pero les gusta
socializar. Si los quieres espabilados y que te hagan caso, búscalos a las 19
h, lo malo es que llevan el compás cambiado con el del 80% de la población y
por eso se les acusan de perezosos. El estrés de ir a contratiempo es difícil
de gestionar. Según Breus, serán más felices y comparten su vida con otro Lobo.
DELFÍN.
Los Delfines del mundo animal duermen
con solo la mitad del cerebro. El otro
50% se mantiene alerta, concentrado en nadar
y detectar depredadores. Por eso, Breus asoció este mamífero a los
sujetos con sueño ligero, a los que les cuesta levantarse frescos y cuyas
tendencias insomnes les hacen estar
cansados al anochecer. Muchos Delfines
dicen sentirse permanentemente exhaustivos. Son inteligentes y nerviosos,
alcanzan su máxima alerta a altas horas de la madrugada. Normalmente se despiertan
varias veces a lo largo de la noche debido a sus altos niveles de Cortisol.
Según un estudio de la Universidad de Gotinga, (Alemania), cuanto más elevada
es la concentración de esta hormona en sangre, más desvelos hay durante el
descanso nocturno. Esto tiene dos graves consecuencias: la tensión arterial sube
por la noche, justo lo contrario de lo
que le conviene al sistema
cardiovascular; y por la mañana, como el Cortisol escasea, se sienten
aletargados.
Para
saber más.
Leer
a Elena
Sanz.
Revista
Muy Interesante.
Número
455. Página 58. 2019.
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